Historia Sin Titulo Capitulo 2


Capítulo 2

Un día mientras dormía plácidamente tras un día de entrenamiento, un barco la divisó en la orilla siendo una sirena. Le lanzaron unos dardos para asegurarse de que no se despertaba y se la llevaron. Ella despertó en un lugar horrible. Llevaba un collar que por más que lo intentaba no podía sacarse, intentó usar su magia desesperadamente, pero no podía. Simplemente, no surgía su poder…

-¡sacadla del pozo!

-Mi señor, no sabemos si la criatura es violenta- dijo un soldado. Rápidamente vieron como la sirena se retorcía en el agua intentando quitarse el collar.

-No hará nada, ese collar es mágico, anula la magia de su portador-respondió el noble- ¡¿Por qué aún no está aquí delante?!

Tiraron unas redes que apresaron a la muchacha y con ello la sacaron del agua. La sirena fue perdiendo su aleta, se transformó en una muchacha humana. La pusieron de pie para el noble pues apenas se podía mantener en pie por sí misma, estaba demasiado confusa y alterada. 

Le dieron unos harapos con los que taparse y tras verla con mucho detenimiento, la llevaron a un torreón preparado para que ella pudiera sobrevivir. Estuvo más de 10 años allí, y conservaba el aspecto de una muchacha de 17 años humana, esa criatura no envejecía. 

Estando allí encerrada no podía transformarse, no tenía agua cerca y se sentía cansada y débil. Apenas le daban de comer y de vez en cuando la sacaban con muchos grilletes y la exhibían delante de muchísimas personas, seguidamente la tiraban a una jaula de cristal con agua y la obligaban a transformarse, dejando ver su autentica naturaleza. Había intentado huir varias veces, pero sin éxito, y cada vez estaba más débil… en menos de un año dejó de intentarlo.

Al menos en la jaula de cristal se sentía algo mejor, podía nadar aun que fuera unos minutos… no volvió a llorar desde el día que la abandonaron. Lo peor de todo es que ella no era la única, más de una vez escuchaba a diferentes criaturas en muchas lenguas, gritando y tratando de salir. 

Ese hombre era un monstruo, coleccionaba criaturas exóticas. Las exhibía como si de un circo se tratara, las humillaba haciéndoles hacer cosas que carecían de sentido, a la protagonista de esta historia la hacían saltar por círculos de fuego bajo la amenaza de no probar bocado en mucho tiempo.

Un día asaltaron el castillo, un hombre liberó a muchas de las criaturas y se la llevaron de nuevo, ella solo pudo distinguir una figura humanoide cogiéndola en brazos. Cuando la muchacha despertó vio una figura humanoide que se la había llevado, estaba muy cansada para recordar algo de lo que había pasado con claridad.

Se fijó que estaba en una playa arenosa con su forma de sirena. Bañada casi por completo por las olas. Cuando notó la primera siendo consciente de donde estaba, una sensación de placer la recorrió por completo. Como había echado de menos aquello. Una simple marea.

Se miró las muñecas, estaba atada a un árbol a varios metros de la playa y aún tenía el collar puesto, pensó en intentar crear hielo, pero ni se molestó en hacerlo, el collar no se lo iba a permitir. La figura humanoide le miraba paciente desde la distancia. 

-Desde luego ya tienes mejor aspecto

-¿Quién eres?-preguntó con miedo. 

-Hablas el idioma de los hombres muy bien- el hombre se acercó a ella y se sentó a unos pasos- Me llamo Renuit Marxen ¿tienes nombre?

-Kida, soy…-dudó un momento pero concluyó- vosotros me llamáis sirena

-sé lo que eres- el hombre sacó un palo con peces ensartados. Acercó su mano a la comida y cocinó con fuego un par de ellos- ¿quieres uno?

Ella solo pudo asentir, el hombre sacó alguno de los peces y vio como la muchacha lo devoraba con ansia. Tras ver la cantidad que él tenía comprendió que ella no iba a saciarse con facilidad. 

-Vamos a hacer una cosa, voy a liberarte-le comentó él mientras cortaba la cuerda- así podrás ir a darte un festín.

- ¿y esto?-comentó ella señalando el collar

-Aún no puedo hacer nada, me hiere cuando me acerco demasiado. –Le comentó- Tengo muchos libros en casa, quizás allí haya alguna solución. Pero no creo que quieras venirte, tendrás familia esperándote. Ves, espero que estés bien. 
 
-¿podría ir contigo?-le comentó ella casi suplicante

-¿Para qué quieres venir conmigo? –le preguntó él fingiendo absoluto interés- ¿no quieres ir a casa?

-No tengo casa…

-Me voy mañana al amanecer- le sonrió él. Ella entendió el mensaje, y se marchó a buscar su comida. Él estaba eufórico, una sirena quería viajar con él. Su día de suerte.

En pocos minutos vio como la zona de la playa donde estaba cambiando de color, el mar pasó a ser rojizo. Miró con asombro y algo de miedo la escena, al cabo de una hora, la sirena con aspecto humano llegó andando bañada de sangre hasta la orilla.

-¿te has comido una manada de delfines o qué?

-Varios bancos de peces y una ballena vieja y moribunda-le comentó con simpleza.- Tenía hambre…

-Se nota, recuérdame que siempre tenga llena la despensa mientras estés conmigo. –le dijo algo preocupado. 

Ella sonrió y asintió. Se encontraba mucho mejor, se pasó el resto del día escuchando al hombre explicarle sus planes, y que haría con ella. Sonaba todo tan bien que solo podía asentir con una sonrisa amplia en su boca.

- a partir de ahora eres mi alumna, y te referirás a mí como “maestro”-le explicó él mientras preparaba las cosas para volver a casa.- Puesto que aún no puedo ayudarte con eso, procuraré que no te quedes desarmada, te enseñaré a pelear, a preparar pociones, todo lo que pueda ayudarte a sobrevivir y defenderte. ¿Cuántos idiomas hablas?

-¿Idiomas?.. No entiendo bien-comentó ella- ¿Lenguajes?

-Sí, ¿con cuantas criaturas puedes comunicarte?-le preguntó el Maestro.

-Acuanius, el de los hombres, animales-comentó ella mientras miraba la cara de su maestro algo perturbada. 

-No vas a durar dos días en la sociedad terrestre-comentó exasperado.- Hay mucho trabajo empezando por ese saco de patatas que llevas por vestido. Solo hablas acuano que aquí no es demasiado común, común que no todo el mundo quiere usarlo, y druídico… espera ¿entiendes a los pájaros? 

Ella negó. El maestro rodó ojos y comentó. 

-Solo dos entonces… -tras asentir. Le comentó exasperado, sabía que iba a ser difícil pero no tan laborioso- ¿tienes algo que quieras llevarte?-la muchacha negó- Bien, nos vamos pues. 


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Bueno, os dejo aquí publicados estos dos capis. Realmente voy por el capitulo 10 pero con los examenes y proyectos no se cuando podré escribir. Mi idea es subir uno a la semana, así que espero tener suficiente margen. Esta semana, por ser la primera he subido 3 el prologo, el primer y segundo capi. Espero que os guste.

Es la historia de mi BJD Grial, Kida. 

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