Historia Sin Titulo Capítulo 6

Este capitulo está por editar por completo, esta MUY en pañales. Se puede saltar sin problemas



“En mi familia siempre ha habido normas, como comportarte, como vestir, como hablar, que hacer… Nuestra especie es especial, no somos muchos a lo largo del mundo, mi familia es prácticamente tan antigua como la propia especie.


Desde pequeños nos enseñan a manipular, a conseguir nuestros alimentos, una educación basada en la supervivencia de la especie, el respeto de las otras criaturas… La importancia de mantener el linaje y a la familia tan bien como sea posible.

Ya te imaginas, cuando llegas a cierta edad y piensas por ti mismo, hablas, y bueno en mi casa expresar una idea diferente, significaba: Castigo

Recuerdo que cuando era pequeño, me contaban que la gente como nosotros habíamos sido perseguidos y casi extinguidos por los humanos principalmente. Porque somos un poco más temperamentales ¡pero ellos se matan unos a otros por un trozo de tierra y queman sus propias aldeas!
Pero yo me pasé casi toda mi infancia estudiando sobre todo las armas. Mi tío era genial, le veías pelear y en unos instantes el oponente acababa en el suelo. Era mi héroe. Y lo convencí para que me entrenara. Ahora Renuit, bueno el maestro, me hace otros entrenamientos mucho más complicados, pero tengo buena base sino, no hubiera podido aguantar ni la mitad de ellos. 

Siempre me han dicho que debía tener cuidado con mis dones, y generalmente me ha ido muy bien. Recuerdo que querían comprometerme con una mujer de alta cuna, me hacían mucho hincapié en que debía enamorarme de ella que debía conseguir que mis instintos bueno despertaran con ella.

Recuerdo que me prepararon varios encuentros con ella, pero le cogí asco con facilidad, no teníamos nada en común, llegó un punto en el que solo hablaba ella y yo asentía; pensaba en mis entrenamientos y ya está. Hasta que se acaba la cita y fuera. No iba a “despertar” por esa muchacha nunca.  Aún recuerdo su olor, algo nauseabundo he de decir.

Pero me escapé de casa el mismo día que decidieron comprometernos. Imagínatelo, todo el mundo vestido elegante, en una fiesta con la gente más importante… Anunciaron el compromiso, al poco fui al balcón y al ver el paisaje solo pensé en una cosa: “libertad”. Huí. 

La primera semana fue horrible, en mi casa siempre me habían suministrado la comida me alimentaba, además de alguna caza que hacíamos. ¿Has probado el ciervo asado? Está bueno. Habían pasado varios días y estaba hambriento. Cuando encontré por fin unas vallas de las que alimentarme, resultó que eran venenosas. Y por si fuera poco había entrado en el territorio de X. Solo pude correr, estaba demasiado cansado como para pelear. Al final había un precipicio y acabé saltando a un árbol, varios de los animales cayeron y murieron. El resto huyeron. Cuando fui a por mí botín, me encontré un rastro de sangre y ruedas. Cuando encontré al propietario lo descuarticé. Estaba cansado, hambriento, enfadado… 

Después de eso, decidí abastecerme por completo de mis cazas, no permitiría que algo así volviera a pasar. Cazaría todos los días y siempre llevaría provisiones encima.

Recuerdo que poco después empecé a “despertar”, cuando me escapé en pocos meses mujeres de diferentes razas me empezaron a acosar, empecé a disfrutar de varios olores, pero no demasiado, en apenas minutos, acababa odiándolos, perdía el interés…

También tuve varias conquistas, pero nada serio, no llegué a enamorarme de nadie. Además era muy joven para eso, necesitaba y necesito explorar, ver mundo, vivir aventuras. He hecho tantas cosas ya.  ¡He combatido contra criaturas de todo tipo! ¡He estado en varios gremios de caza! En algunos grupos de saqueadores.
Me llegué a ganar una reputación gracias al último grupo, también soy un buen ladrón Recuerdo algunos de los golpes que dimos. Íbamos genial media casa saqueada, con la gente durmiendo y de repente ¡plam! A un tío se le cae el joyero. Salimos escaldados. Había un par de magos con muchos guardias. Suena ahora divertido, pero no sobrevivimos todos. Los que quedamos nos llevamos un buen botín. 

En aquellos años me creí el rey del mundo. Tenía lo que quería, lo que no, lo conseguía, tenía reputación, era libre, me creí tan bueno que en una misión de cacería intenté ligarme a una Dragona, se llamaba Sindragosa.

Sí como lo oyes, y yo diría que lo conseguí porque me regaló parte de su magia y energía, pero yo en el fondo creo que se sintió insultada. Lógicamente tuve que rechazarla como un caballero, no me apetecía ser devorado, pero no se lo tomó a bien y bueno, me incluyó ciertos detalles un poco desagradables. Mi color nuevo de piel, mis nuevos dientes con colmillos enormes, y los cuernos…

Me otorgó un toque de magia, la magia siempre ayuda (dijo esto enseñando fuego de su mano, Kida sonrió con cierto toque de tristeza, el olor de ella cambió, se notaba más difuminado). Pero usarla me agota físicamente. ¿Me imaginas transformado y usando mi magia? No creo ser capaz de tener un duelo contra a ti y ganar si uso magia. 

Lo hemos hablado el maestro y yo, lo hemos empezado a entrenar, por un lado la magia y por otro el usarlo con mi transformación completa. También me aburro con mucha facilidad, tengo que estar activo mucho tiempo, todo el que pueda a decir verdad, hasta caer exahusto del agotamiento. Por eso entreno tanto y soy tan bueno, no me hace falta dormir mucho precisamente. 

También tengo pesadillas, me hace recordar cada muerte que he visto o provocado creo que es un regalo especial, para que no olvide lo que he tenido que hacer para llegar hasta aquí. Pero ya es pasado, no puedo hacer nada para remediarlo, queda el presente. El duro presente.”

-¿dragones? No te creo-le comentó ella divertida

-¡Que sí! Me dejó un bonito recuerdo-le comentó él sacando sus cuernos y colmillos

Kida reía a ratos, le parecían muy ingeniosas sus historias. Antes del amanecer, observó como su compañera había decaído, se tocaba el collar de manera incomoda. Tras pensarlo mucho, sacó las garras y rompió el collar en varias partes. Cayó al suelo y Kida se sintió liberada, la magia que había en ella brotó sola, creando una pequeña nevada dentro de su destrozada habitación.

-Es bonito, un poco fresco, pero muy invernal-rió el chico. La muchacha se lanzó a sus brazos dándole el abrazo más fuerte que había dado en su vida. Él no tenía intención de rechazarla, al fin y al cabo, su pareja, estaba en sus brazos.

-Gracias…-le susurró ella mientras deshacía su pequeño invierno. 

Kida le acabó explicando que le pusieron ese collar para que ella no pudiera huir, él pensó que hablaba del Maestro, pero le explicó que lo llevaba puesto mucho tiempo. 

-¿Qué tal la noche?-Preguntó el maestro al ver a la Veela tan cerca de su alumna

Ambos sonrieron con cierto miedo. El maestro arregló la habitación con magia dejando las cosas desordenadas, el castigo fue: reordenar la habitación, entrenar arduo y como Kida no llevaba puesto el collar, intensivo de magia.

El Maestro estaba claramente molesto. No había sido él quien le había quitado el cristal, había sido el chico nuevo, pero su alumna estaba contenta y seguía queriendo quedarse y aprender más. Todo iba bien.




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